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No hay duda que si estás en éste mundo y sobretodo (aunque no únicamente) si eres mujer, habrás observado el renacer del feminismo o lo que se ha denominado, el nuevo feminismo.

Hace una semana pude ver en distintos medios y redes, infinidad de imágenes de mujeres principalmente norteamericanas que se manifestaban en contra de la mentalidad xenófoga y machista de su nuevo presidente así cómo de las medidas que pueda tomar éste a partir de ahora. Sentí que ese entusiasmo me invadía y mientras explicaba a mis hijas qué significaba la palabra feminismo, apareció en mi mente la imagen clara de un broche con dos tetas. Será que estoy continuamente imaginando formas para ser aplicadas en joyas y me pareció maravilloso llenar de significado una de ellas.

 

el feminismo nos inspira

Broche de plata Àngels Álvarez Joies

 

Al día siguiente procedí a hacerlo realidad y ahora mismo ya es una realidad (cómo puedes ver en la imagen superior). Pero, ahora que veo cómo otras marcas también se apuntan al carro del feminismo, o del “women’s power” me asalta la duda. ¿Estamos convirtiendo en moda, y por tanto pasajera, una revolución social que debería implicarnos en tanto que mujeres? Y lo peor, ¿estoy colaborando a ello?

Me acordé entonces de la moda tan de los 80 o 90 de llevar pines o chapas con infinidad de mensajes que te ayudaban a definir ante los demás quién se suponía que eras, cuales eran tus valores. Y ahora, después de 25-30 años ¿que habrá quedado de aquellos mensajes?. Algunos habrán volado y ni sus dueños recordarán haberlos defendido, mientras que otros se habrán quedado y tal vez reforzado con el tiempo porque eran los que realmente los definían y ahora conforman parte de su personalidad.

Es difícil obviar el hecho de que históricamente, ya desde la prehistoria y en todas las culturas,  las joyas han compartido su carácter  meramente ornamental con el de ser símbolo de estatus social. Inicialmente relacionado con la creencia de que una joya o amuleto podía proteger ante muchos males, el hecho de poseer ciertos colgantes protectores, o cuernos y dientes, otorgaban  poder y respeto. Los mismos piratas utilizaban sus pendientes de oro con diversas intenciones. Una era para demostrar valor, valentía ya que cada vez que lograban pasar el Cabo de Hornos o el de Buena esperanza, añadían un aro a sus orejas. Y otro era el del prestigio, ya que sus pendientes eran de oro y eso les atribuía éxito en sus asaltos a galeones y además infundían miedo a sus enemigos.

El hecho de que las joyas estén realizadas normalmente con metales y piedras preciosas, las ha dotado, ya desde la antigua Mesopotamia hasta hoy en día, de un indiscutible valor económico. Eso las hizo, durante siglos, un capricho exclusivo de las clases altas. Aunque la implantación de otros tipos de materiales mas asequibles, ha hecho que se potenciara la joyería como mera expresión artística o cómo en el caso del que estamos hablando, de reivindicación política, social o cultural.

Aquí abajo un ejemplo de las camisetas de Zadig et Voltaire

 

Y estas  maravillas de Pretty ugly con la intención de reivindicar el derecho a mostrar pezones en redes sociales.

Por tanto creo que actualmente, son nuestra cultura, educación y valores  los que nos ayudan a escoger:

  • Dónde queremos estar
  • Qué queremos que nos defina
  • Qué significado tienen nuestros actos
  • Y por tanto, qué vamos a consumir de entre aquello que esté de moda o sea tendencia.

Te puede parecer que estoy tirando piedras sobre mi propio tejado pero creo que si estás aquí, leyendo éste post, es porqué eres una persona con criterio e interés por estar informada. Aún así estoy segura que mas de una vez has caído en la tentación de comprar algo por que te gusta y punto. Después de todo,  nadie es perfecto ¿verdad?.

Quiero compartir contigo este video con reflexiones de la periodista Courtney E. Martin en una de sus charlas TED. Me parece realmente interesante y aunque pertenece a la realidad norteamericana, no está demasiado alejada de la nuestra.